Hola a todos y bienvenidos a la 97ª edición de crea tu historia. Disculpad la semana pasada, pero no me dio tiempo a sacar la aventura adelante. Hoy continuamos ya encarando la recta final, no os perdáis ningún detalle, que puede haber sorpresas. Así que sin más preámbulos, continuemos con la  OPCIÓN A. 

 En ediciones anteriores

… en medio de la lucha de repente el águila evoluciona provocando un huracán y una explosión que arrasa con todo lo que hay a 1 kilometro de distancia. Los chicos quedan medio enterrados en los escombros que no se pueden ni mover.

Las Aventuras de Astro y Abril.

– ¿Chicos estáis bien? – preguntó preocupado Aitor.

– Sí, o eso creo – contestó Astro.

– Yo también, pero me temo que tenemos un problema – continuó Silvia. – La pistola… la pistola especial está partida en dos.

– ¿Cómo vamos a matar al águila entonces? – preguntaron Aitor y Astro al unísono.

Nadie contestó, no se escuchaba ni el cri* cri* de los grillos. Lo tenían bastante perdido. La moral de todos estaba por el suelo, y no tenían ganas ni de continuar luchando.

Pero justo en aquel instante, apareció la salvación. Por el horizonte se vieron como se acercaban dos siluetas, andando con paso firme y hacia ellos. Habían aprovechado la humareda que había generado el águila para camuflarse y que ésta no los viera. Parecían sacados de una serie o película policiaca, de acción como “los hombres de paco” o “los mercenarios”. Pero nada de eso, a medida que se acercaban se podían empezar a distinguir dos rostros bien conocidos por los chicos. ¡Eran Yull y Abril! Cargados de armas y curaciones como en el fortnite y al ver a todos en el suelo se pusieron a repartir. Mientras vendaban a uno y le daban un rifle a otro se dedicaban a despistar al águila para que pudieran levantarse y prepararse para el segundo asalto.

– ¡Hermanitooooooooo! – chilló Abril al volver a ver a Astro, tras tanto tiempo. – Te dije que volvería.

– Menos mal que habéis llegado, muchas gracias. Pero tenemos un problema, se ha roto el arma – dijo Astro entre sollozos, lamentando la pérdida.

Entonces Yull, dibujando una leve sonrisa, les contó que no se preocuparan. La jefa les había dado una pistola que no servía, tenía una intuición de que pasaría algo. Así que crearon una replica exacta y escondieron ambas pistolas en diferentes cavidades de la nave.

– Que vaya uno corriendo a la nave, la jefa nos ha dicho que la pistola buena está debajo del panel de control. Quitando la placa principal.

– Voy – se apresuró Aitor. No tenían tiempo que perder.

– Esta cuidarla bien, no tenemos más replicas.

Para que el águila no cazara a Aitor, los demás empezaron a disparar de un lado para otro, para distraer al águila. Los tiros no le hacían nada, pero entre el ruido y los golpecitos de las balas impactando en su dura piel, no le daba tiempo a pensar y a contraatacar.

Aitor tardó muy poco en volver con el arma correcta, así que aprovecharon que el pájaro estaba distraído para juntarse los tres. Así pudieron coger cada uno el gatillo correspondiente, apuntar al culo, como habían visto y a la de tres disparar.

– Una – dijo Astro.

– Dos – continuo Aitor.

– ¡TRES! – y un fuerte estruendo salió de aquel cacharro que proyectó una pequeña bala casi invisible al ojo humano, y acertó de lleno en la diana.

Pero el águila tras un pequeño quejido, no le pasó nada más. Como cuando te pillas el dedo meñique con los muebles de tu casa, duele mucho al instante, pero no te mueres.

¿Qué habrá pasado? ¿Por qué no ha funcionado el invento?

OPCIÓN A: Un solo tiro no es suficiente, tienen que hacer tres plenos. (recuerda que solo disponen de tres balas).

OPCIÓN B: El águila al evolucionar, le ha cambiado el punto débil (comenta cual quieres que sea ese punto).

Hasta aquí la edición de esta semana. No olvides indicar en los comentarios qué opción tomará la historia y las ideas más locas y divertidas que se te ocurran. Recuerda que lo más importante eres tú. ¡Sigue atento a HabboTemplarios el cielo de tu diversión!