
Si bien la ansiedad es una emoción, también genera tipos de conductas y activación fisiológica, frente a estímulos que percibimos como peligrosos, amenazantes.
Tanto las neurociencias, como la psicología cognitiva, describen a la ansiedad como un tipo de emoción que interacciona con nuestros pensamientos, funciones cognitivas, comportamientos y activación fisiológica y movimientos corporales. Podríamos decir que la ansiedad es muy importante al momento de percibir una amenaza o un tipo de conflicto que pueda ponernos en situación de peligro o vulnerabilidad y a través de la activación fisiológica y posturas corporales podemos actuar y sentirnos más aliviados.
Ahora bien, si la ansiedad es tan útil y necesaria para nuestra vida cotidiana y supervivencia, ¿Por qué a veces nos puede generar problemas y en algunos casos, distintos tipos de padecimientos a largo plazo, como lo son diversos trastornos de ansiedad? Es aquí donde podríamos referirnos a una ansiedad patológica.
Según el DSM- V, (el manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición), la ansiedad patológica y los distintos trastornos de ansiedad desencadenados de la misma, afecta al 3% de la población en un período de 1 año.
Ahora bien, ¿Cómo identifico la ansiedad patológica de la ansiedad normal?

1-Agitación o nerviosismo
2-Facilidad para fatigarse
3-Dificultades para concentrarse
4-Irritabilidad
5-Tensión muscular
6-Trastornos del sueño

Mayormente el diagnóstico es clínico, realizado por un psicólogo o psiquiatra, y los síntomas previamente mencionados tienen que perdurar como mínimo 6 meses, y poseer por lo menos 3 o más síntomas de los mencionados.
- TAG ( Trastorno de ansiedad generalizada)
- Agorafobia
- Trastorno de pánico
- Trastorno de fobia social
- Trastorno de ansiedad por separación
- Otros trastornos de ansiedad
- Trastorno de ansiedad no especificado
Mayormente, se utilizada el tratamiento combinado
para tener una mayor eficacia en la disminución de los síntomas garantizando un alivio a corto y a largo plazo.
En primer lugar, se utiliza la psicoterapia, particularmente la psicoterapia cognitiva conductual, como tratamiento de primera elección. Dicha terapia se basa en optimizar y cambiar ciertos patrones de pensamiento, cognitivos, emocionales, logrando modificando aquellas conductas nocivas producto de la ansiedad patológica. Este tipo de terapia, se focaliza en el aquí y ahora, basándose en metas u objetivos, que junto al paciente se van ir desarrollando y llevando a cabo. La terapia cognitiva conductual, está basada en evidencia y métodos corroborados tanto empíricamente, como científicamente, ya que está basada en evidencias y estadísticas.
En segundo lugar,
dependiendo el tipo de gravedad y cronicidad del tipo de trastorno o espectro de ansiedad, se pueden utilizar distintos tipos de psicofármacos. Se suelen prescribir ansiolíticos, como lo son las benzodiacepinas y antidepresivos, como son los ISRS (Inhibidores de la recaptación de la serotonina).
En conclusión: Si te sentís identificado con alguno de los síntomas o trastornos del espectro de ansiedad, no dudes en recurrir a un/a profesional de la salud mental, para iniciar y llevar a cabo un tratamiento. Es importante también, conversar con personas de confianza para recibir apoyo, una escucha y soporte emocional.
Tanto la psicoterapia, la psicofarmacología, el apoyo y la escucha, son importantes para la disminución de los síntomas y además, un buen pronóstico de vida a largo plazo.
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