¡Hola, buenos días, buenas tardes y/o buenas noches! 

En el día de hoy, volvemos con el siguiente capítulo de esta maravillosa y nueva entrega. Hoy en día damos por hechas muchas cosas, pero a veces no sabemos el verdadero porque de estas. Pero tranquilos, estoy aquí para ayudaros. En esta entrega vamos a dar respuesta a las preguntas más interesantes y vamos a aprender muchas cosas. ¿Estáis preparados? ¡Vamos allá!

 

¿POR QUÉ…?

 

 

¿Por qué nos salen ampollas? 

Lo curioso de las ampollas es que, con ellas -sobre todo si estallan-, el remedio parece ser peor que la enfermedad. Sucede que las ampollas, tan dolorosas y molestas, son en realidad un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo puesto en marcha para protegernos de una agresión a nuestra piel. Estas pequeñas vejigas formadas entre la epidermis y la dermis, las capas exterior e interior de la piel, contienen una mezcla de líquido linfático y otros fluidos corporales. Este líquido ayuda a reparar el daño producido en la piel, por ello nunca hay que reventar la ampolla. Sí podemos acelerar su desaparición lavando la zona con cuidado y reducir las molestias con compresas mojadas con agua fría. Las ampollas, que se curan solas, suelen aparecer en las extremidades, bien en las manos, bien en los pies, como reacción ante quemaduras o al roce continuo con el calzado u otras superficies. Para evitarlas hay que limitar el roce: evitando el calzado muy holgado, por ejemplo, sobreprotegiendo con tiritas la zona de fricción, o, si hemos de dar largas caminatas, combinando dos tipos de calcetines, unos sintéticos delgados bajo otros más gruesos de excursión, de modo que la fricción se dé entre los dos calcetines y no entre el calzado y la piel.

¿Por qué usamos anillos de compromiso?

Un anillo es para siempre, o al menos así lo vienen entendiendo muy distintas tradiciones culturales desde los más remotos orígenes de la civilización. La simbología del anillo como objeto en el que cristaliza la unión viene de muy antiguo. Se sabe que ya los egipcios usaban joyas circulares para representar la eternidad y la unidad, especialmente en forma de brazaletes, pero es probable que este uso simbólico venga de más atrás y se hunda en la prehistoria. Los griegos, que suelen ser el origen más »cercano» de nuestras antiguas tradiciones, tomaron la idea de los persas y fueron los primeros en fabricar brazaletes en miniatura para que las novias los usaran como anillos de boda. Para su colocación se escogió el cuarto dedo de la mano izquierda, llamado por tal motivo »anular». La razón es que antiguamente se pensaba que de este dedo partía una vena que llegaba directamente al corazón, y por lo tanto era el dedo adecuado para colocar el sello del matrimonio.

Y tú… ¿Lo sabías?

Gracias por vuestra comprensión y amabilidad.

¡Hasta la próxima semana!

Micralax-