Feliz febrero mis nubosos queridos, yo estoy de regreso con un capítulo más de la gran novela.


LUZ

Lo miro y no me detengo de hacerlo, estoy sorprendida, impactada y sin palabras, aún no asimilo que este señor que esta delante de mí es mi padre, mi verdadero padre, pero no debo distraerme, debo saber porque no me crío el, porque me alejo de mi verdadera familia.

—Te preguntarás el motivo del que te buscara hasta ahora, ¿cierto? —dice él como si me leyese la mente.

—No, bueno, si, no solo es, tengo muchas preguntas, muchas dudas, no sé por dónde comenzar en realidad.

—Es comprensible, pero creo que se debe comenzar por el inicio, ¿no?

—Así es.

—Entonces debemos hablar sobre tu madre, debes saber quién fue ella.

No sé si estoy lista para esto, pero quiero saber toda la verdad.


GULLIAN

No sé por cuanto tiempo más voy a soportar a estas personas, me desagradan totalmente y perturban la paz que tenía estando lejos de aquí. Deseo de una vez que el viejo nos digas porque no trajo de vuelta a aquí, así tomare mis cosas y me volveré a marchar en el primer vuelo. Isabelle sigue tan pretenciosa y Alberto tan gruñón. La única que llego a tolerar y es porque casi ni habla es a Antonieta. Suele ser la más rara de todos, pero ni siquiera ella era tan callada de esta manera. Algo le sucede, pero como al final me da igual la ignoro al igual que ignoro al resto de los Florentelli


ISABELLE

No soy capaz de evitar que la curiosidad me gane y luego de esperar mucho tiempo a mi padre en la cena de nuestra bienvenida, como y me acerco a su despacho para descubrir que es lo que tanto le entretiene. Al comienzo escucho una voz de una chica y de inmediato lo que pienso es que de seguro tiene una nueva amante y es probable que tendremos una futura madrastra interesada en nuestra familia, al final todos sabemos que la fortuna Florentelli atrae a cualquiera. Sigo escuchando un poco más y oigo que hablan de una hija, padre, ¿padre? No entiendo, de repente la voz de la chica le dice padre a mí papá, eso se puede significar solo una cosa. La sangre me hierve y entro chocando la puerta.

—¡Qué demonios sucede aquí! La miro, una chica joven, de campo, ella no puede ser parte de esta familia. Me rehusó. —dirijo mi atención a mi padre—, ella es Luz tu hermana. ¿Mi hermana? ¡Mi hermana! Ella no es mi hermana, me niego y no lo permitiré, primero la mato antes de que toque un solo centavo de la fortuna Florentelli.

Continua la historia en el próximo capítulo de, LA GRAN NOVELA.

Gracias por tu tiempo, Con cariño,

Cabreraja.