
¡Hola, buenos días, buenas tardes y/o buenas noches!
En el día de hoy, volvemos con el siguiente capítulo de esta maravillosa y nueva entrega. Hoy en día damos por hechas muchas cosas, pero a veces no sabemos el verdadero porque de estas. Pero tranquilos, estoy aquí para ayudaros. En esta entrega vamos a dar respuesta a las preguntas más interesantes y vamos a aprender muchas cosas. ¿Estáis preparados? ¡Vamos allá!
¿POR QUÉ…?
¿Por qué los animales pequeños son más activos?
Lo comprobó Gulliver en sus viajes y lo tenemos nosotros perfectamente interiorizado: la imagen del gigantón cachazudo y del pequeñín brioso es un cliché universalmente aceptado. Pero ¿se trata de un lugar común sin fundamento o por el contrario tiene una base científica? Lo cierto es que basta echar una mirada a nuestro alrededor para comprobar que, por regla general, cuanto más pequeño es un ser más dinámico se muestre, es decir, que la actividad metabólica de un ser vivo parece ser inversamente proporcional a sus dimensiones corporales. La razón de ello es que, cuando un animal incrementa su masa corporal, aumenta también su superficie exterior, por no en igual proporción: si uno lo hace incrementa al cubo, el otro sólo lo hace al cuadrado. Al poseer una superficie mayor en relación con su volumen, los animales pequeños pierden calor de forma más rápida, por lo que se ven forzados a aumentar su actividad metabólica, y por ende todo su movimiento.

¿Por qué las anguilas no se electrocutan a sí mismas?
A simple vista el mecanismo de comunicación, defensa y ataque de la anguila eléctrica no parece una buena idea: soltar en el agua una gran descarga eléctrica es muy peligroso para todo aquel que se encuentre en ese hábitat, ya sea el emisor, ya el receptor de la descarga. Estos peces serpentiformes -que en realidad no son anguilas, aunque se les llame así por su similitud con estas- tienen concentradas en su cola unas 230 terminaciones nerviosas por cada centímetro de longitud que generan cada una 0,14 voltios. Teniendo en cuenta que llegan a medir hasta 3,4 metros, sus descargas pueden superar los 600 voltios, es decir, casi el triple de las redes eléctricas de nuestros hogares, que funcionan a 220 voltios. Sabido es que el agua es un excelente conductor de la electricidad… Así las cosas, ¿por qué la acción no se vuelve en su contra? Si a las anguilas eléctricas no les sale »el tiro por la culata» es porque están diseñadas para actuar así. Son animales dialéctricos, que producen energía como una batería, pero que no la conducen. Además actúan como un alternador: cuando no existe una referencia a otro potencial, no nos pasa la corriente, y una anguila eléctrica genera en todo el cuerpo el mismo voltaje, siendo ella misma es la referencia a tierra, por lo cual no se ve afectada.

Y tú… ¿Lo sabías?
Gracias por vuestra comprensión y amabilidad.
¡Hasta la próxima semana!
Micralax-
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