
Muchos de nosotros hemos escuchado hablar de “él/ella es bipolar”, “Vos sos bipolar, porque siempre cambias de humor”. Ahora bien, ¿Realmente lo mencionado anteriormente describe y fundamenta la bipolaridad?

¿Qué es la bipolaridad?
La bipolaridad es aquel trastorno del estado de ánimo que afecta nuestro ánimo justamente, es decir, nuestro estado de ánimo se encuentra distorsionado o desregulado. En el caso de la Bipolaridad, hablaremos de un estado de ánimo alterado o desregulado que se encontrará polarizado en dos ejes: Manía y Depresión.
¿Qué es la manía y la depresión bipolar?
Podríamos decir que la manía es aquel exceso energético, o también llamado euforia, que genera exaltación, hiperactividad o en muchos casos, un estado de ánimo demasiado creciente o alto. El problema se establece en que una persona que se encuentra en un episodio de manía, se encuentra a grandes niveles crecientes en el estado del ánimo, generando respuestas o conductas impulsivas o desadaptativas a las habituales, ideas delirantes, o en muchos casos, decisiones que pueden poner en peligro a la persona.
Mayormente duran como mínimo una semana (para realizar el diagnóstico), puede permanecer hasta meses.

Síntomas muy frecuentes, según el DMS V (Manual diagnóstico y estadístico de los desordenes mentales, quinta edición):
- Autoestima inflada o megalomanía
- Disminución de la necesidad de sueño
- Mayor locuacidad de lo habitual
- Fuga de ideas o pensamientos acelerados
- Distractibilidad
- Aumento de la actividad dirigida por objetivos
- Excesiva participación en actividades con alto riesgo de consecuencias graves (p. ej., compras compulsivas, inversiones financieras insensatas)
Depresión bipolar:
Es aquella depresión proveniente del trastorno bipolar. A diferencia de la depresión unipolar (O las más conocida por nosotros), la depresión bipolar pueden acontecer antes o previamente al episodio maníaco o hipomaniaco. Su duración permanece como mínimo dos semanas o más. Mayormente, se expresan síntomas muy similares a la depresión mayor, generando afecciones psicológicas o cognitivas, sociales conductuales. Las personas suelen dejar de realizar sus hábitos o rutinas diarias, comienzan a sentir vacío y tristeza en abundancia, descuidan sus actividades personales, como también su salud e higiene. En muchos casos, la persona se siente demasiado desmotivada o desganada que se desconecta de sus redes o plataformas cibernéticas, generando un distanciamiento de sus vínculos más cercanos.

Síntomas más frecuentes, según el DSM V (Manual diagnóstico y estadístico de los desordenes mentales, quinta edición):
- Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día
- Marcada disminución del interés o placer en todas o casi todas las actividades la mayor parte del día
- Aumento o pérdida significativa (> 5%) de peso, o disminución o aumento del apetito
- Insomnio (a menudo insomnio de mantenimiento del sueño) o hipersomnia
- Agitación o retardo psicomotor observado por otros (no informado por el mismo paciente)
- Fatiga o pérdida de energía
- Sentimientos de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiada
- Capacidad disminuida para pensar o concentrarse, o indecisión
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio, intento de suicidio o un plan específico para suicidarse
¿Existen distintos espectros dentro del trastorno bipolar?
Podemos decir que existen dos tipos de trastorno bipolar:
- Trastorno bipolar tipo 1: Comienza con episodios de manía (mínimo 1 semana), al cesar la personas se encuentra en un estado de eutimia (estado del ánimo regular) y posteriormente (Luego de un período de tiempo), comienza la depresión bipolar (mínimo 2 semanas)
- Trastorno bipolar tipo 2: Comienza con episodios depresivos mayores de tipo bipolar (mínimo 1 semana) y al cesar, la persona se encuentra en un estado de eutimia (estado del ánimo regular), y posteriormente (Luego de un período de tiempo), comienzan los episodios hipomaníacos (Una manía menos intensa que en el tipo 1)
¿Existe tratamiento para el trastorno bipolar?
Actualmente existe tratamiento. Este es encabezado por la psicoterapia y el tratamiento psicofarmacológico. En el caso de la psicoterapia, se recomienda la terapia cognitivo conductual para cambiar ciertos patrones de conducta desadaptativos y también conocer herramientas para utilizar en caso de presentar episodios maníacos o depresivos. En el caso de la psicofarmacología, se suelen utilizar estabilizadores del ánimo, el más recomendado y eficaz hasta el día de la fecha es el litio, pero también se utilizan otros como: Ácido valproico,lamotrigina, carbamazepina. El tratamiento combinado permitirá un alivio psicológico-cognitivo- social y conductual, permitiendo un desarrollo cotidiano más óptimo y satisfactorio.
Si te interesa saber más sobre otra psicopatología o temáticas de psicología clínica, déjala en los comentarios 🙂
Obtener esmeraldas





Comentarios cerrados.