¡Hola, buenos días, buenas tardes o buenas noches! 

Durante esta semana, he redactado otro relato para todos vosotr@s. ¡Espero que os guste tanto como a mí! Si os gusta esta sección, podéis dejar un comentario para hacérmelo saber. ¡Muchas gracias por vuestra comprensión!

»Estoy en la fila cuando escucho mi nombre. Me dicen que las monedas ya no sirven para comprar; a partir de ahora tendré que comprar mediante mis recuerdos, de tal manera que, iré perdiendo recuerdos para conseguir cosas que necesito. Qué fácil, ¿no?

Me dicen también, que al tener una vida muy ajetreada, movida y con muchas experiencias, tengo un total de 10.000 recuerdos. ¡Así podré conseguir todo aquello que quiera! Madre mía, centro comercial, allá voy. Me froto las manos pensando en todo aquello que quiero y que podré conseguir mediante mis medios.

Llego a casa y le cuento todo a mi madre, que dispongo de 10.000 recuerdos para gastar y poder comprarme todo aquello que quiera o que necesite. »Ten cuidado, eres muy caprichoso» me dijo mi madre cuando oyó todo aquello que le estaba contando. Como de costumbre, no le hice caso y me fui directo al centro comercial. ¿Qué quiero comprarme? ¡No lo sé! Cuando llegué allí, veré.

Anda, mira que zapatillas tan chulas, me las compro. Miro la etiqueta. Madre mía, 500 recuerdos, me sobran, así que me las llevaré. Mira, el último iPhone que ha salido a la venda. ¡Qué chulada! 1.200 recuerdos, me sobra para poder comprar más cosas. Madre mía, ¡esto es un vicio! Uau, me enamoré al instante de una sudadera azul marino preciosa. 900 recuerdos, para mi. No pienso parar nunca.

Cuando llego a casa, repaso todo aquello que me he comprado. En total, me he gastado 2.600 recuerdos. Que pocos por todo lo que he comprado. Me podría acostumbrar a esto. Pero por hoy, es más que suficiente, así que me quedo en casa y decido ver la televisión. Me ha salido un día redondo, he comprado cosas caras y aún así me quedan muchos recuerdos. Mañana será otro día. ¿Qué podré conseguir?

Me voy a dormir pensando en esta pregunta, ansiando ver lo que querré mañana, pero por hoy es suficiente. Cierro la televisión, me pongo el pijama y me voy a dormir. Os contaré todas aquellas cosas que me vaya comprando, a ver que os parecen, pero me tendréis que ayudar. Cuando veáis que me esté gastando muchos recuerdos, me lo decís, así no abusaré y podré terminar esta historia bien. ¿Qué os parece? ¡Trato hecho! Dentro de poco, os contaré más novedades.»

¿Os ha gustado? ¡Espero que sí! De verdad, creerme, todo lo hago desde el corazón, para todos vosotr@s.

Gracias por leer mis relaHTos, me hace muchísima ilusión.

¡Nos vemos pronto!

Micralax-