¡Hola, buenos días, buenas tardes o buenas noches! 

Durante esta semana, he redactado otro relato para todos vosotr@s. ¡Espero que os guste tanto como a mí! Si os gusta esta sección, podéis dejar un comentario para hacérmelo saber. ¡Muchas gracias por vuestra comprensión!

»Pasaron más de 5 meses de aquella horrible pesadillo. ¡Hola!, Sí, soy yo, vuelvo a ser Paola porque os tengo que dar más explicaciones, os tenéis que enterar de todo, para que nadie más vuelva a pasar lo que yo pasé. Ahora mismo me encuentro en la comisaría de mi ciudad y quiero dar explicaciones de todo aquello que pasó aquella horrible noche, aquella noche que no olvidaré nunca.

Cuando entré en la comisaría, me temblaban las piernas, pero estaba segura de todo aquello que hacía. Hablé con el chico de recepción, contando mi caso y queriendo decir toda la verdad. El conserje llamó a otro chico y este me dijo que le acompañara. Entré en una habitación oscura, con una mesa y dos sillas. Una lámpara sucia y vieja colgaba del techo y había un gran vidrio.

Al cabo de 20 minutos, entró un policía. Se presentó, me dijo que su nombre era Reducción. Nos presentamos y le expliqué lo que me pasó aquella noche, así que empezaron las preguntas. La primera pregunta que me hizo fue: ¿Dónde estaba la casa? La verdad que no lo recuerdo porque era de noche y el camino estaba muy oscura, pero os aseguro que estaba en las afueras de la ciudad, yendo dirección al campo. También vi una fábrica abandonada, algo que no había visto antes, pero juré que recordaré todo para dar más información, pero necesitaba tiempo para pensar, fue un golpe muy duro.

La segunda pregunta fue: ¿Cómo te desligaste de las cuerdas? Verás, en la historia de mi secuestro, no os lo había contado. Mi padre sirvió 8 años al ejército y me enseñó muchas técnicas. Así que ellos no lo sabían, pero jugué con mucha ventaja. Primero me solté de las muñecas, con ayuda de la boca, y después de los pies. No fue tarea fácil, habían hecho los nudos muy fuertes, pero con paciencia y con técnica, todo se consigue. Me costó, os lo juro que me costó, pero mi padre fue un gran maestro.

Y a la tercera pregunta: ¿Cómo conseguiste ahocar a dos personas a la vez? Me quedé en blanco, sin saber qué decir, así que no contesté. Empecé a sudar, me temblaban las manos. Sabía que por culpa de esta acción que hice, podría cambiar mi futuro, así que decidí no contestar a liarla… No sé si hice bien, pero no podía articular palabra, no me salían. Así que, seguramente, habrá una tercera parte porque necesito tiempo para pensar….»

¿Os ha gustado? ¡Espero que sí! De verdad, creerme, todo lo hago desde el corazón, para todos vosotr@s.

Gracias por leer mis relaHTos, me hace muchísima ilusión.

¡Nos vemos pronto!

Micralax-