Mi sangre, buenos días, buenas tardes y buenas noches. Sean bienvenidos a mi programa radial Templo del cine, centrado en hablar acerca de las películas y series más relevantes, pero no necesariamente las mejores. Seguimos con los pedidos, y esta vez vamos con uno bastante pertinente también. Así como la anterior edición fue de la primera serie española, en este caso vamos a hablar de la primera serie coreana: My Demon. Ya sé que es raro no traer el Juego del Calamar como primera serie coreana, pero ya saben que acá no necesariamente analizamos lo más popular.
Antes de comenzar, cabe aclarar que lo siguiente se trata de un resumen de lo que se habló en radio hace una hora. Para poder escuchar la información más relevante y extendida, sintonicen en HabboTemplarios todos los domingos de 22:00 a 23:00 HPE, donde también escucharán algunas de las canciones más relevantes de estas producciones. Además, si estás sintonizando la radio en ese momento, podrás participar en alguna dinámica para llevarte la estampilla exclusiva del programa.
También les quiero mostrar la nueva novedad. Para todos aquellos que hayan ganado la estampilla Templo del cine, tendrán la oportunidad en cada transmisión de ganar un nivel para poder subir la estampilla de recompensa «Por divertirte X veces con nuestros Djs». Podrán subir un nivel en cada transmisión en caso de ganar la dinámica. Si ya tienen la estampilla del programa, aprovechen para ahora subir la de recompensa. ¡No hay otra manera de poder subirla de nivel!
Sinopsis de My Demon
Esta serie tiene algo curioso, porque maneja casi dos historias diferentes de manera paralela. En un primer momento conocemos a Jung Goo-won, el demonio (o diablo, como le quieran decir), cuya existencia se basa en hacer tratos con los humanos los cuales, a cambio de que les cumplan su deseo más profundo, tendrán que entregar sus almas al pasar diez años. Por otro lado tenemos a Do Do-hee, heredera de la empresa Mirae Group, cuya madre adoptiva le puso como condición casarse para que pueda hacerse oficial el traspaso. Do-hee y el demonio se conocen cuando este último le iba a ofrecer un trato, pero termina perdiendo sus poderes debido a un accidente y estos se traspasan a la heredera.
Una gran historia, otra no tanto
Puede sonar obvio, pero lo primero es que a uno le tienen que gustar las series coreanas (no solo El Juego del Calamar) para poder disfrutar de My Demon, debido a que los coreanos suelen tener un estilo de dramatización un poco repetitivo y humor absurdo. Si logran pasar estos dos filtros, se podrán encontrar con una de las mejores historias que he visto en cuanto a construcción y desarrollo de personajes en un k-drama.
Esta serie hace parte de la moda en el entretenimiento de romantizar al demonio. Más allá de la moralidad de cada uno, ofrece una perspectiva diferente y fresca. Inclusive, el diablo se llega a asemejar un poco al personaje de Lucifer en su serie homónima (curiosamente, las dos son de Netflix), siendo interpretados por actores atractivos, contando con gran carisma y encariñándose con algunos humanos a pesar de su naturaleza. El problema es que la mayor parte de la serie es del drama empresarial de Mirae Group, el cual no está mal, pero no llega al nivel de ver al diablo haciendo tratos con los humanos.
Cinematografía asiática de primer nivel
En lo que sí se parece esta serie a El Juego del Calamar es en su producción técnica, y esto es normal, debido a que se trata de cine asiático. Esto está lejos de ser una cuestión xenofóbica, sino que genuinamente hay investigaciones que demuestran el manejo diferenciado que le dieron desde hace tiempo los asiáticos a la fotografía, pintura y otros artes. Un ejemplo de esto es la cinematografía utilizada: una paleta de colores fríos y sombras profundas para subrayar la dualidad del mundo en el que se desarrolla la historia, mientras que en momentos clave se ilumina la escena para acentuar el despertar emocional de los personajes.
La gran mayoría de personajes también se llegan a ganar un lugar en el corazón del espectador. Esto no es necesariamente porque todos vayan a caer bien, sino porque se sienten tan humanos todos y cuentan con personalidades tan diferentes que terminan siendo un buen complemento para la historia; no obstante, está claro que lo mejor que se le da a My Demon es crear villanos.
Curiosidades
Song Kang es conocido como «hijo de Netflix», debido a que las series más populares en las que ha estado han sido todas de la mano de dicha productora. Aun así, fue la última aparición de él en alguna serie, debido a que se fue a prestar el servicio militar obligatorio de Corea del Sur.
A pesar de ser el segundo k-drama más visto en Netflix y de haber estado en el top 10 global, My Demon fue un estrepitoso fracaso a nivel nacional. En Corea del Sur esta serie ni siquiera llegó a estar entre las más vistas de su misma franja horaria, además de que la crítica la destruyó al tacharla de serie predecible que solo se apoya en mostrar un elenco atractivo.
Recuerden que esto ha sido un resumen de lo que hemos hablado en radio hace una hora. Si quieren ganar la estampilla exclusiva de este programa o tan solo pasar un buen rato, los estaré esperando en el horario que les he mencionado al comienzo. Esta ha sido la segunda edición de una petición, lo cual es curioso teniendo en cuenta que nunca antes habían pedido alguna serie o película.
Mi sangre, ha sido un placer traer traer la primera serie coreana endemoniada. Nos vemos en la próxima edición de Templo del cine <3
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